El miedo, experiencias terapéuticas reales - reseña crítica

Este libro aborda las múltiples facetas del miedo y una guía práctica para analizar, manejar y superar los obstáculos impuestos por esta sensación. Con esta obra, aprenderás qué es el miedo y cómo esta emoción puede paralizarnos. Revisarás algunos diagnósticos populares y experiencias con vidas pasadas de habitantes de todo el mundo. La inacción cultiva el miedo, mientras que la acción cultiva la confianza y el valor.

El método

Ingresar a una terapia de vidas pasadas o regresiones es posible a través del método de hipnosis para acceder al subconsciente. Los participantes experimentan trances o visiones que suprimen el dolor, la fatiga y síntomas de enfermedades probablemente psicosomáticas.

Este estado no implica peligro alguno, se trata de un estado natural inherente del ser humano. La mente está muy despierta y observa lo que sucede con mayor claridad. La hipnosis no es una terapia en sí misma, sino una potente herramienta para utilizar en la terapia.

Asimismo, la regresión es una técnica hipnótica que permite recordar experiencias que ocurrieron en el pasado y que pueden estar influyendo negativamente en la actualidad, siendo incluso la raíz de síntomas físicos o mentales actuales. Se puede experimentar de dos formas: por hipermnesia, es decir, el recuerdo aumentado de experiencias recordadas parcialmente u olvidadas; o por revivificación, que es como un “volver a vivir” una situación del pasado.

La regresión es útil para sanar, elaborar, resolver, superar y perdonar acontecimientos traumáticos o dolorosos, que han dejado huellas profundas en la personalidad, autoestima, emociones, en el modo de relacionarse y hasta en la vida sexual.

Esto permite conectar al sujeto con sus vidas pasadas, recuerdos mayormente visuales. Éstas resultan familiares y el paciente se identifica en las escenas con uno de los personajes. Así, puede volver a pasar por aquellas emociones y sensaciones físicas de una escena anterior o de su vida pasada. Las regresiones no necesariamente siguen una línea temporal, van apareciendo durante una sesión según su significado.

Tras una regresión pueden notarse a veces mejoras del estado mental, pueden curarse enfermedades o alcanzar mejoras físicas notables. Además, a medida que la regresión se vuelve una práctica recurrente, el proceso de sumersión resulta cada vez más fácil. Toda la información que se aparece al paciente proviene del interior profundo de su mente por lo cual es una fuente invaluable para su curación y transformación personal.

El miedo

El miedo se encarna en el cuerpo físico desde el primer instante. Es un mecanismo de defensa que está inserto en el ADN de los seres humanos. En la evolución, el dolor y el miedo están estrechamente relacionados. La defensa y la supervivencia del organismo dependen del “aviso” de la existencia de peligros inmediatos.

La manifestación fisiológica del miedo se da en el cerebro, que se encuentra en constante estado de alerta para detectar, a través de los 5 sentidos, señales de potenciales peligros. Si en algún momento se detecta una amenaza, se activa la amígdala cerebral y se produce una respuesta física: la parálisis, el enfrentamiento o la huida.

Pero, ¿cuándo se convierten el dolor y el miedo en enfermedades? Si un dolor se convierte en crónico, algo extraño está sucediendo ya que no estaría cumpliendo sus funciones de protección y aviso. Estos estados de dolor reciben, por lo general, el nombre de estados psicosomáticos, es decir, que están condicionados por la psique. El miedo también puede desbordarse y conducir, sin razones aparentes, a ataques de pánico repentinos e incomprensibles. Lo fundamental de estos estados de miedo es que están divorciados de cualquier peligro real e inmediato.

Si tu mente está en el futuro o en el pasado, se crea una brecha de ansiedad. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro. Te empiezas a preocupar: la ansiedad no es más que miedo a un futuro imaginario.

Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Existen muchas situaciones que pueden incrementar nuestra ansiedad al punto de poner en duda nuestra capacidad de controlarla.

Bajo la sombra del miedo: Trastorno de Ansiedad Generalizada

El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es uno de los mayores temas de la psicología actual, ya que los síntomas físicos que el paciente presenta están autogenerados, sin que él lo sepa, por sus temores psicológicos. Un diagnóstico correcto señala dos síntomas físicos claves: dificultad para concentrarse o descansar, y presencia de una constante tensión o irritabilidad que puede expresarse como dolores e hiperactividad autonómica. El curso suele ser fluctuante y crónico.

Alrededor del 12% de la población sufre de este trastorno. El tratamiento suele ser mixto: psicoeducación para cambiar hábitos y perspectivas, y medicamentos (ansiolíticos o antidepresivos) por un tiempo determinado.

El TAG puede desarrollarse en diversas formas:

• Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA): son enfermedades relacionadas con culturas donde la delgadez se equipara con la belleza. Se caracterizan por un intenso temor a aumentar de peso, pérdida muy importante de peso, rechazo a mantener un peso normal y Trastorno Dismórfico Corporal (TDC). Estos trastornos tienden a ser crónicos y, dada su severidad, pueden poner en riesgo la vida de los pacientes. Su tratamiento es multidisciplinario, incluye psiquiatría, psicología y nutrición.
• Trastorno de pánico: la angustia o ansiedad es la emoción más universalmente experimentada. La angustia patológica es el síntoma central en todos los trastornos de ansiedad. Un ataque de pánico es un ataque de angustia severo y espontáneo, que dura poco tiempo y se acompaña de manifestaciones físicas y del miedo a una presunta muerte o daño inminente.
• Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): presenta compulsiones y obsesiones irracionales. Son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes que invaden la mente del paciente y lo “obligan” a ejecutar alguna acción de manera casi inevitable y repetitiva. Estos fenómenos están acompañados de angustia o ansiedad que, a su vez, disminuye con determinados rituales que parecen prevenir algún daño.

Fobias

Tradicionalmente se definen a las fobias con relación al objeto que produce la ansiedad y la evitación. La mayor parte de los pacientes cree que no hay que pedir ayuda. Las más conocidas son:

• Fobia social: muchas veces se cae en la creencia de que es “timidez”, cuando en realidad se trata de una ansiedad social, un temor al encuentro con otras personas, a la exposición pública, y a ser humillados, criticados y observados. Esto lleva a la persona a aislarse o incluso caer en adicciones.
• Agorafobia: miedo a estar en lugares o situaciones de las cuales es difícil escapar. Se evitan situaciones multitudinarias, de exposición pública, de soledad o inseguridad, y muchas veces solo se sienten capaces de afrontarlas con compañías seguras.
• Aerofobia: el miedo a volar en aviones. Sufren una sensación de inseguridad, llegando a convertirse en miedo o ansiedad, antes o durante el vuelo.
• Claustrofobia: un persistente, anormal e injustificado miedo a permanecer en un espacio cerrado. No temen al espacio cerrado en sí mismo, sino a las posibles consecuencias negativas por encontrarse en este lugar. Allí experimentan la sensación de estar atrapados sin una salida.
• Hidrofobia: el miedo al agua. Quienes padecen esta condición tienen aversión a las sustancias líquidas en general y al agua en particular. Evitan estar en contacto con él, desde nadar hasta ser salpicado.
• Acrofobia: el miedo a las alturas. Se presenta en situaciones típicas tales como las de asomarse a un balcón, un mirador, una ventana o un precipicio.

El retorno al origen

Después de haber recorrido las diferentes sombras que deja el miedo, queda un paso importante, encontrar el camino de “retorno” al estado natural, la Paz. Para retornar es necesario conocer la raíz de eso que atemoriza.

La sociedad toda está acostumbrada a culpar a los temores por lo que sucede afuera de cada uno, a las supuestas amenazas psicológicas del entorno y del medio ambiente pero en muy pocas ocasiones te atreves a mirar en el interior. Si no, solo se conciben reacciones personales más o menos efectivas en lo inmediato, pero alejadas de la raíz.

Generalmente, es una mala idea buscar afuera lo que está sucediendo en el interior, es el buen momento para iniciar la búsqueda del origen de tu miedo, en una suerte de introspección útil como camino. Pero, ¡cuidado! ya que, con frecuencia, puede conducirte al autoengaño de un laberinto mental que lleva a muchas interpretaciones falsas. Vuelve a tu interior, sortea el laberinto e ingresa en tu pensamiento profundo. Poco a poco, de manera inevitable, empezarás a llegar a una primera revelación, casi una epifanía: eso que creías que era miedo resulta ser ira reprimida.

La máscara más común del miedo es la ira y, a la inversa, la máscara más común de la ira es el miedo. Reconocer y eliminar los sentimientos negativos como la soledad, el aislamiento, la desazón, la desesperación y los miedos, siendo todo esto sustituido por un calor interno acompañado de tranquilidad y estabilidad, son trabajos a conciencia. Cuando dejas de negar lo que sientes y reconoces que provoca dolor, se vuelve más fácil liberarte de la presión sin sentir culpa o vergüenza. Así, podrás asumir el rol que te corresponde y aprender a no disfrazar los sentimientos.

Técnicas y terapias para sanar

El miedo psicológico o patológico no deja de ser el miedo a perder el miedo, el temor a lo desconocido. Si bien todos los miedos generan ansiedades y angustias con síntomas y tratamientos similares, que abonan a una relajación, flexibilización e introspección. Existen algunas terapias que pueden ayudarte particularmente:

• Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC): el análisis de los problemas conductuales y emocionales es fundamental para tratar los miedos, ya que pueden tener su génesis a partir de tres fuentes, la del pensamiento, la emocional y la conductual. Las personas deben reconocer sus formas de pensar y sus conductas, para cuestionar sus creencias fundamentales (en la mayoría de casos, irracionales) y después sustituirlas por otras más constructivas (racionales).
• Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): desde este enfoque, la mayoría de las depresiones y ansiedades son el resultado de un pensar ilógico o irracional, o creencias distorsionadas. Es decir, se producen por distorsiones cognitivas. Por eso, todo podría basarse en una forma inadecuada de pensar. Si corrigen estos pensamientos y cuestionamos algunos de nuestros sentimientos para cambiarlos, se podría volver a la normalidad.

Vivir en el presente

Generalmente, los miedos se relacionan a un trauma ocurrido en el pasado o un temor irracional a un posible futuro. Sin embargo, lo único que puedes controlar está en el presente. Tanto el pasado como el futuro son ficciones irreales, que se convierten en presagios para la persona con miedo. Incluso el recuerdo de un pasado traumático o la proyección de un posible daño en el futuro están ocurriendo en el aquí y ahora. Es imposible que nada exista excepto el presente.

¿Cuántas veces te has parado a respirar de forma consciente? ¿Cuántas veces te has detenido a escuchar el cantar de los pájaros? ¿Cuántas veces has tenido que decirle a alguien que por favor te repita lo que ha dicho porque no estabas realmente escuchando?

Entre tanto tumulto mental, tantos pensamientos y acciones repetitivas, es fácil perderse en pensamientos, pero una de las fases más importantes de la inteligencia emocional es el autoconocimiento, es decir, saber qué se siente, de qué pensamiento viene y para qué. Si uno quiere estar bien emocionalmente debe vivir en el presente, sea cual sea su definición exacta, estando plenamente consciente de lo que pasa dentro y fuera de sí mismo.

La clave para encontrar el equilibrio entre la vida automática y la vida consciente, se basa en que realices algunas acciones:

• Sentir: abre los 5 sentidos y experimenta cada uno de ellos con sinceridad;
• Poner consciencia: presta atención y pon intención en lo que haces, en el cómo y para qué;
• Observar: mantén los ojos y la mente abiertos. Observa señales, nota las reacciones (propias y ajenas) y recuerda lo que sientes;
• Conectar: este es el primer paso para el camino del autoconocimiento. Conecta contigo mismo y con tus emociones verdaderas;
• Crear: dale rienda suelta a la creatividad para conectar contigo mismo. Lo que está en el interior emerge con la expresión artística.

La felicidad

¿Existe un camino que garantice ser feliz? La felicidad puede conceptualizarse como un estado de satisfacción plena y un estado subjetivo. Cada persona la experimenta de una manera distinta, puede ser un estado duradero, pero también puede caducar. Por eso, el libro sugiere 13 tips para alcanzar la felicidad:

• Tip 1. Practica actividad física: ayuda a mejorar el ánimo, es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.
• Tip 2. Desayunar: te da energía, te ayuda a pensar y desempeñar exitosamente tus actividades.
• Tip 3. Agradece a la vida todo lo que tienes: escribe en un papel diez cosas que tienes en tu vida que te dan felicidad y tenlas presentes siempre. ¡Enfócate en las cosas buenas!
• Tip 4. Sé asertivo: pide lo que quieras y di lo que piensas. Ser asertivo ayuda a mejorar tu autoestima. Ser dejado y quedarte en silencio genera tristeza y desesperanza.
• Tip 5. Gasta tu dinero en experiencias: viajes, cursos y clases. No malgastes tu dinero en cosas materiales. Invierte en experiencias nutritivas.
• Tip 6. Enfrenta tus retos: no postergues tus desafíos. Escribe pequeñas listas semanales de tareas y cumple tus objetivos.
• Tip 7. Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados: llena tu vida de recuerdos felices.
• Tip 8. Siempre saluda y sé amable con otras personas: sonríe y saluda a tu alrededor. Te cambiará a ti y al resto.
• Tip 9. Usa zapatos que te queden cómodos: si te duelen los pies, te pones de mal humor.
• Tip 10. Cuida tu postura.
• Tip 11. Escucha música: te despierta deseos de cantar y bailar. Te alegra la vida.
• Tip 12. Lo que comes tiene un impacto en tu estado de ánimo: no saltes comidas, y varía tus alimentos.
• Tip 13. Arréglate y siéntete atractivo: ¡Ponte guapo! Te sentirás más feliz al sentir que te ves bien.

Manejar el miedo

Existen varios y diferentes tipos de miedos. La creencia más poderosa y omnipresente que aparece en la vida es que no serás capaz de llevar algo a cabo. ¿Te das cuenta que estás a merced de circunstancias externas a ti y que claramente no puedes controlar? Eso hace que te empieces a obsesionar por tener todo lo externo a ti bajo tu control.

Tu seguridad personal, tu más preciado tesoro, no puede depender de personas o situaciones externas a ti. El trabajo elemental que debes realizar es creer. Llegar a tener la certeza, sin margen de duda, de que podrás con cualquier situación que se te venga encima. No dudes. Confía en ti, en tus capacidades y habilidades, incluso, si no las posees en ese momento, claro está que las puedes aprender.

El sentimiento de miedo no es en realidad un problema psicológico, sino más bien un problema de educación. Es una programación mental que fue incorporada en ti hace mucho tiempo. Solo tienes que reeducarte a ti mismo, aceptar que el miedo es una parte fundamental y necesaria de tu crecimiento personal, para luego seguir adelante.

Atravesar el miedo a creer que no podrás es menos aterrador que vivir con el mismo pensamiento a tu lado, eso es convertirte en adulto y dueño de tu vida y destino. Lo contrario te mantendrá en el desamparo infantil, que cree que son otros quienes deben resolver tus propias cosas. En realidad, es más fácil y más seguro buscar la satisfacción y el disfrute personal.

El lugar de víctima no te llevará muy lejos. La decisión de incorporar más y más desafíos, más y más retos personales a tu vida te trae un sentimiento progresivo de seguridad personal… Entonces, ¿eres una víctima de tu mente o estás asumiendo la responsabilidad de vivir tu vida?

Notas finales

Los ideales que iluminan tu camino te darán coraje para enfrentar la vida con alegría. La amabilidad, la belleza y la verdad te llevarán lejos con seguridad. Tus heridas relacionadas con la falta de amor son registradas en tu inconsciente bajo la forma de miedo. Para que puedas cambiar este mensaje grabado en ti, debes encontrar la información que está en el origen de estas heridas.

Cuando reactivas la situación que está al origen de la emoción del miedo mediante la regresión, esta situación encuentra resonancia con el fenómeno que la produce. Así, al encontrarte con la situación que está en el inicio de tus enfermedades, tomas consciencia de su origen y permites finalmente a la energía del amor entrar en ti para que se realice tu sanación.

Consejo de 12min

“Qué harías si no tuvieras miedo”, de Borja Vilaseca. Las viejas estructuras e ideas sobre las que hemos construido nuestras vidas deben ser replanteadas para que podamos alcanzar vidas más auténticas y con mayor bienestar. Anímate a descubrir cómo cambiar tu manera de pensar para desarrollarte personal y profesionalmente en el nuevo mundo que ya ha comenzado.